miércoles, 6 de mayo de 2009

Mi sueño

Todo comenzó en un teatro. Mi instituto había organizado una excursión para ver una obra de danza contemporánea, cuya compañía previamente había visitado mi centro educativo para hablarnos un poco sobre ellos y hacer un pequeño taller de danza.

Dicha compañía estaba formada únicamente por cuatro personas, tres chicas y un chico. Y, desde que las luces del teatro bajaron su intensidad para dar comienzo a la obra, todo mi interés, al contrario que al del resto de mis compañeros, se centró en la obra. Cada movimiento que realizaban me fascinaba. El modo de comunicarse únicamente con su cuerpo, poder trabajar en el mundo de la danza tiene que ser muy sacrificado, pero muy placentero.

Cuando el único varón de la compañía salió a escena, toda mi atención recayó en él. "Quiero ser cómo él", pensé.

Al terminar la obra, los bailarines comenzaron una rueda de preguntas entre el público. Las manos se alzaron, y entre ellas, la mía. Al final no tuve que realizar mi pregunta, pues, una chica se me adelantó y formuló la pregunta que a mi me interesaba: ¿desde que edad llevan bailando?

"Yo empecé a los 8 años". "Yo un poco antes, a los 6". "Yo a los 8 también". Esas fueron las respuestas de las bailarinas. Por último, el bailarín que tanto me entusiasmo durante la hora anterior dijo "Yo empecé algo más tarde, comencé con 18 años".

Esta claro que la edad no importa para empezar algo que te gusta, y desde ese día tuve claro a lo que quería dedicarme en el futuro... Quería ser bailarin.

Me informé, y al tiempo, empecé a tomar mis primeras clases.



Comencé a recibir clases de ballet clásico y ballet moderno en una escuela pública de mi pueblo. No me extrañó ser el único chico en la clase, el mundo de la danza, y sobre todo, el ballet, siempre se ha enfocado al sector femenino.

Desde el primer momento en el que pisé la escuela y empecé a tomar mis primeras clases, tuve claro que por fin encontré algo que me llena. Noelia, mi profesora, es un sol. "Te desenvuelves muy bien bailando, ¿no me estarás engañando y ya habrás bailado también en el pasado, no?". Esa teoría que ella tenía al verme en su clase de moderno se vino a bajo al verme en mi primera clase de ballet. Me mencionó si hacía esto por hobbie o si me interesaría dedicarme a bailar profesionalmente. Al conocer mi situación, me propuso prepararme durante este año para presentarme al conservatorio en Junio. Me espera un duro trabajo.

Gracias a que ella habló con el director de la escuela, conseguí clases gratis. Pasaba las tardes en la escuela, que pasó a ser mi segunda casa, y evolucioné bastante rápido, hasta alcanzar el nivel de 4º, el curso más avanzado dentro de la escuela.

Tantas horas de sacrificio dan su fruto y, gracias al nuevo estilo de vida que he adquirido, me siento mejor que nunca. No me va mal en los estudios, puedo compaginar los obligatorios con la danza. Llevo varios meses sin mantener ninguna relación sexual, pero en estos momentos, no lo considero una prioridad ni algo necesario. He ampliado mi circulo de amistades. Mis compañeras de ballet son de lo mejor. Y sobre todo, gracias a mis comienzos en el mundo de la danza y al dedicarle tantas horas, he conseguido olvidarme de S. Tarea ardua y díficil al principio. El primer amor nunca se olvida.



Dicen que lo más grande que a uno le puede suceder, es amar, y ser correspondido. Aún no lo puedo corroborar.

3 comentarios:

  1. wow no¿?¿?como mola lo de tus compañeras de ballet!^_^ellas si qe son un sol xD
    ais ais alma libre si io te cntara...
    sabes qn soy no¿? jajajajaja
    tu compañera de baileee..con la unica qe te puedes ir de marchaa....xD
    como siempre super entretenidoooo

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  2. Aún no, pero todo llegará.

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  3. todo llega, no busques el amor por que el algun dia llamara a tu puerta y se quedara para darte la mayor alegria del mundo, aunque tu necesitas un gran chico para estar al lado de este sol...

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